Con el descubrimiento de lo inconsciente hace aproximadamente 115 años, se da por primera vez la posibilidad de dar continuidad y explicación a conductas y fenómenos mentales que de otra manera resultan inexplicables: sueños, síntomas, el típico decir no sé por qué lo hago, pero no lo puedo evitar.
Por primera vez, Sigmund Freud su descubridor, logra tratar con éxito afecciones como la histeria, las obsesiones y compulsiones, las angustias y las depresiones.
El psicoanálisis, además de constituir una manera fascinante de explorar la mente y de investigarla, es una forma de psicoterapia muy efectiva para diversos trastornos.
El enfrentarse a uno mismo puede causar muchas resistencias por el “no saber” que va uno a encontrar dentro de sí y por el temor al sufrimiento que el encontrar esto desconocido vaya a causar. Sería mentir el afirmar que no habrá momentos difíciles, sin embargo, éstos se asemejan a los que se viven cuando la persona se tiene que someter a un procedimiento médico que le va a doler pero que va a significar alivio para su dolencia. Esto sólo se puede realizar dentro del marco de una relación en la que el principal
objetivo es entender a la persona que sufre y ayudarla a encontrar el modo de manejar sus conflictos de la mejor manera posible.
El psicoanalista se involucra de manera profunda en su trabajo, el cual consiste en aplicar el método psicoanalítico al analizando. Al aplicar la técnica psicoanalítica como su método de trabajo hace uso de un cuerpo de conocimientos acerca del origen de los desórdenes mentales y de la organización psicológica de su paciente, así como de la interacción entre ambos, paciente y él. El proceso de análisis demanda al psicoanalista generar una imagen del paciente que comprende su biografía, su personalidad y su contexto socio cultural. (Moser 1992, citado en Leuzinger-Bohleber, Fischmann, T. 2006).
Al hacer todo esto, lo puede ayudar de diversas maneras: el paciente en análisis, podrá hacer conscientes eventos mentales reprimidos que lo llevan a actuar o a tener síntomas que no comprende. Adquirirá una mayor fuerza para seguir adelante con su vida al liberar la energía que emplea en mantener sus conflictos fuera del campo de su consciencia creyendo que de esta manera puede evitar diversos sentimientos como son depresión, minusvalía, angustia, vergüenza y asco, pero que a la larga ejercen un efecto negativo en su persona. Tendrá acceso consciente a eventos de su vida previa, muchas veces olvidados, que son los responsables de su sufrimiento actual y, por último y no menos importante, tendrá mejores herramientas para adaptarse a su entorno y enfrentarse a sus tareas vitales.
Freud veía a la cura psicoanalítica como la posibilidad de darle a la persona la posibilidad de amar y de trabajar. Si además ésta logra encontrar cuáles son sus propios deseos y gozar de su vida, el propósito de dicha cura queda más que cumplido.
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